Era una vez una señora que estaba embarazada y el hijo le dice:
– Mamá, mamá, ¿tú quieres mucho al bebé?
Y la mamá le dice:
– Sí, claro que le quiero mucho.
Y el hijo le dice:
– ¿Y por qué te lo has comido?

Cristo se deja comer en la Eucaristía.