El carpintero chapucero

Un carpintero ya entrado en años comentó a su Jefe sus planes de dejar el negocio de la para llevar una vida retirada con su esposa y disfrutar de su familia. El iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ya superarían esta etapa de alguna manera.

Continúa el o micro-relato

El Jefe sentía ver que su buen dejaba la compañía y le pidió que construyera una sola casa más como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía que no estaba el en su trabajo: utilizaba materiales de calidad y el resultado era deficiente; era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero las llaves de la puerta principal. —Esta es tu casa», dijo, «es mi regalo para ti». ¡Qué !

¡Qué pena!, si el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la habría hecho de manera totalmente diferente.

Ahora tendría que vivir en la casa que construyó . Así nos puede ocurrir si no somos generosos: construimos nuestras vidas de forma distraída, , sin comprender lo que estamos edificando. Al final, con el paso de los años, tal vez veamos con pena que el resultado es , que no hemos sabido crear una vida llena, rica de auténticos valores.

Enrique Monasterio