La monarquía, que se había desprestigiado apoyando la dictadura de Primo de Rivera y de Berenguer, tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, dio paso a la Segunda República y con ella a la llegada de unos hombres nuevos a la política y a los Ayuntamientos de toda España. Estos renovadores, dejando atrás los métodos caciquiles anteriores, pusieron énfasis en atender la voluntad del pueblo y solu­cionar sus necesidades. Cuando finalizó la guerra civil el 1 de abril de 1939, volvieron a ocupar el poder los de siempre, los que consideraban que España les pertenecía, relegando a los republicanos y sus métodos democráticos. Los alcaldes y concejales de los municipios del Bajo Andarax, al igual que los de todo el país, fueron represaliados por haber servido a la legalidad republicana. Se les impusieron duras penas, que en algunos casos llegaron hasta la muerte en el piquete de fusilamiento. En este libro ponemos de manifiesto los sufrimientos y penalida­des de estos hombres de la política local, al tiempo que dignificamos su memoria y damos a conocer sus nombres, después de tantos años relegados al ámbito familiar, porque el franquismo los borró de la me­moria de sus coetáneos y de las generaciones posteriores. Este trabajo deja constancia de sus biografías y circunstancias personales, del ser­vicio que prestaron a sus municipios durante el periodo republicano (1931-1939) y de los procesamientos judiciales y escarnios que tuvie­ron que soportar en la posguerra por este motivo.