El autor consigue integrar de modo convincente las diferentes facetas de Carlomagno (guerrero y hábil político con su preocupación por el avance de las ciencias y el arte), y además aborda la lenyenda negra que siempre lo asoció a la vida disipada y mujeriega. Toda una novela para un personaje del que se sabe mucho menos de los que se piensa, y verlo en sus momentos críticos ayuda a comrender cómo se fraguó Europa.