Christa Beissel (1924-2005) fue una artista gijonesa nacida en Alemania. En Asturias residió prácticamente toda su vida y desarrolló en la villa de Jovellanos una carrera artística breve, pero inusitadamente intensa. Inició su formación creativa en la afamada escuela de talla de Oberammergau (Baviera), trabajando piezas de madera. Una vez en España, se interesó por varias técnicas de expresión, hasta que definió un personal soporte de su sensible creatividad: las pizarras pintadas. Con ellas creó un lenguaje singular, un repertorio propio y un estilo que solo se entiende si se analizan su biografía y sus diversos intereses intelectuales. Toda su obra es un homenaje a la sencillez: la vida humilde, la religiosidad pura y la relación con la naturaleza. Durante su breve carrera ensayó todas las posibilidades que se ofrecían con la pizarra como soporte, tanto en obras bidimensionales como en esculturas o instalaciones. La piedra le permitía aunar su temprana afición a la talla con el aporte pictórico. En sus cuadros hay siempre una latente inspiración en la naturaleza, mientras que en lo escultórico se mueve entre el totemismo y la geometría. Esta obra viene a concretar una vida dedicada al arte, a la experiencia estética y a la poesía de lo visual.