Con este facsímil, la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y la Residencia de Estudiantes —que publicó en su día la primera edición— quieren contribuir a la celebración del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, rescatando esta obra de 1915 que fue un singular homenaje al autor del Quijote por parte de Azorín, el escritor de su tiempo que más demorada y perspicaz atención le consagró. La relectura azoriniana de El licenciado Vidriera, una de las más conocidas Novelas ejemplares, es también una personal reflexión sobre la condición intelectual y, según Alfonso Reyes, su autor la distinguió como «mi mejor libro».