Un paisaje desolado y gris. Dos personajes que no saben quiénes son. Un viaje por un páramo casi desierto, invadido por una niebla espesa que huele a desastre. Un misterio que poco a poco se va desenmarañando con la lógica ilógica de los sueños, hasta desembocar en la realidad y en la vida.Más que ninguna otra cosa, El mar de la tranquilidad es una llamada de atención a los lectores, un canto a la perseverancia y el optimismo que pueden hacernos salir de los agujeros más oscuros de nuestra mente y nuestro ánimo.