El Gatopardo es una de esas obras literarias que aparecen de tiempo en tiempo y que, a la vez nos deslumbran, nos confunden, porque nos enfrentan al misterio de la genialidad artística. Apareció en 1957 y desde entonces no se ha publicado en Italia, y acaso en Europa, una novela que pueda rivalizar con ella en delicadeza de textura, fuerza descriptiva y poder creador.