El joven Selim acude a una cita galante en unas misteriosas ruinas y encuentra un templario moribundo que le hace una extraña confidencia. Esta revelación resulta ser la clave que conduce al paradero de un prodigioso tesoro: el Espejo de Salomón, o Grial musulmán, cuya posesión es el último fin perseguido por los cabalistas, pues encierra la clave del dominio de la naturaleza por el hombre.