La figura artística de Silverio Franconetti fue determinante en la configuración de los primeros estilos de cante flamenco y en su posterior desarrollo. Sabemos de su viaje a América, de sus primeros recitales, de su famoso café cantante y de los profesionales que le conocieron y que fueron sus discípulos, quienes le coronaron como Rey de los cantaores. Sin embargo, poco se ha dicho sobre las características de sus cañas, polos, “inimitables” serranas, seguidillas del sentimiento, soleares… Las transcripciones de los cantes flamencos que se han conservado revelan aspectos imprescindibles para comprender el nacimiento y evolución del género flamenco como arte. Con ellas clarificamos la musicalidad de los cantes que aparecen a mediados del siglo XIX –con Silverio como principal artífice– y definimos los aspectos fundamentales de su escuela y su transmisión hasta la actualidad. Asimismo se establecen diversos criterios para el análisis y la calificación de los distintos cantes flamencos, que se estructuran en familias, estilos y modalidades, según su compás, melodía y armonía. Este libro viene a paliar una de las lagunas de la investigación flamenca, prolija en anécdotas de cantaores, biografías y letras, pero escasa en materia musical.