Javier no se conforma. No quiere ser uno más. No quiere ser una estadística. Ni llevar una etiqueta. Solo quiere ser él mismo. Por eso piensa, por eso sueña. Y por eso escribe este libro. Con frases propias o ajenas. Es un apasionado de las letras. Y con cada palabra su imaginación vuela. A pesar de la ciudad en la que vive. De las broncas de sus padres. De las tonterías de su hermana. De los amores y desamores. O de los matones del colegio. Porque lo importante es sentirse vivo. Y poder compartirlo con alguien. ¿No crees?