Tras la derrota de Boabdil en 1492, Rodrigo, un joven soldado que se alistó para participar en la toma de Granada, se dirige al puerto de Palos en Sevilla en busca de trabajo. Allí ve a Colón y se enrola para acompañarlo en la nave de Martín Alonso Pinzón. A bordo oye rumores sobre el gran secreto del almirante, la nueva ruta a las Indias. Cuando se hacen a la mar, Colón anuncia que la Corona española ha prometido una renta vitalicia al primer marinero que aviste tierra. El viaje se alarga más de lo previsto, los alimentos escasean y el agua está putrefacta. Al final aparecen indicios de la proximidad de la tierra: ramas de árboles que flotan en el agua y pájaros.