La relación médico-paciente es la actividad básica de la medicina y del sistema sanitario. Esta actividad es y ha sido históricamente una actividad artesanal, en el sentido de que estaba determinada por las características personales del médico-artesano. Pero hoy en día el sector salud es un complejo entramado de instit uciones y empresas públicas y privadas, cada una de las cuales tiene algo de valor que aportar a esa relación –privada, no pública, pero sometida a escrutinio- que es la relación médico-paciente. Los cambios en esa relación es lo que en otros sectores se conoce por industrialización, en el sentido de incorporación de tecnología, estandarización de procedimientos y cambio de roles profesionales. Y, como en todo proceso de industrialización, la resultante será productos y servicios de más calidad, más baratos y accesibles a mayores capas de población. Lógicamente, la industrialización no está reñida con la personalización. Siempre la práctica médica será la aplicación de la ciencia médica general a las circunstancias personales de cada individuo.