La obra Título de deuda pública del imperio austrohúngaro. La dote de la reina es la reproducción facsímil de un documento que figura en el archivo de la Secretaría General del Tesoro, en el expediente correspondiente a la dote de María Cristina, archiduquesa austríaca que contrajo matrimonio con Alfonso XII el 29 de noviembre de 1879. María Cristina, huérfana de padre en el momento del matrimonio, recibió una dote nupcial de 200 000 florines, pagados directamente por su primo Francisco José, emperador de Austria-Hungría. El rey de España igualó por su parte esa cantidad, aportando el equivalente en moneda española - 90 000 duros -. El documento aquí reproducido tiene fecha posterior a la del enlace real, probablemente por un canje de títulos, y está denominado en coronas y no en florines, por el cambio de unidad monetaria que se produjo en el imperio austrohúngaro en 1892, cuando ese país pasó a usar el patrón oro. El ejemplar está profusamente decorado con sellos, fotografías e ilustraciones, destacando por su belleza el emblema del águila imperial y, por su valor histórico, una estampilla para el canje en la Comisión de Reparaciones que se constituyó, tras la Primera Guerra Mundial, para el cobro de indemnizaciones a los países considerados responsables del conflicto.
La obra Título de deuda pública del imperio austrohúngaro. La dote de la reina es la reproducción facsímil de un documento que figura en el archivo de la Secretaría General del Tesoro, en el expediente correspondiente a la dote de María Cristina, archiduquesa austríaca que contrajo matrimonio con Alfonso XII el 29 de noviembre de 1879. María Cristina, huérfana de padre en el momento del matrimonio, recibió una dote nupcial de 200 000 florines, pagados directamente por su primo Francisco José, emperador de Austria-Hungría. El rey de España igualó por su parte esa cantidad, aportando el equivalente en moneda española - 90 000 duros -. El documento aquí reproducido tiene fecha posterior a la del enlace real, probablemente por un canje de títulos, y está denominado en coronas y no en florines, por el cambio de unidad monetaria que se produjo en el imperio austrohúngaro en 1892, cuando ese país pasó a usar el patrón oro. El ejemplar está profusamente decorado con sellos, fotografías e ilustraciones, destacando por su belleza el emblema del águila imperial y, por su valor histórico, una estampilla para el canje en la Comisión de Reparaciones que se constituyó, tras la Primera Guerra Mundial, para el cobro de indemnizaciones a los países considerados responsables del conflicto.