En 1892 Benito Pérez Galdós (1843-1920) publica una novela particular considerada mucho tiempo como obra menor, Luis Buñuel la redescubrió para la crítica cuando realizó su adaptación cinematográfica. Desde entonces, Tristana, nombre simbólico para la protagonista de una novela del desencanto, ha llamado la atención de los lectores por la evolución psicológica de sus personajes, frente a las preocupaciones sociales e históricas más habituales en el autor.