Las Vidas de Alejandro y César constituyen sin duda una de las parejas más célebres dentro de la producción biográfica de Plutarco; en la medida en que se ha podido establecer la cronología relativa de las veintitrés parejas que constituyen las Vidas paralelas, parece que correspondería a la de Alejandro y César una posición central dentro del conjunto. Si bien se han criticado a menudo los emparejamientos que presenta Plutarco en las Vidas paralelas, la elección de César como pareja de Alejandro Magno puede considerarse acertada en un punto capital: se trata sin duda de los dos mayores conquistadores del mundo griego y de Roma. Otros rasgos comunes a ambos serían la ambición desmedida, la resistencia extrema a la fatiga y las pretensiones de descender de dioses, aunque es muy difícil decir hasta qué punto Julio César se imaginaba a sí mismo como cabeza de una monarquía de tipo helenístico como las que salieron de la repartición del imperio de Alejandro.