Hoy ofrecemos la historia de un chico que cubrió el coche de su chica con 2000 mensajes de amor en post-it.

Y esa fue la manera de que ella se enterara de lo suyo.

Lea el relato de la anécdota…

¿Cómo se quedaría si al salir de su casa encontrase su coche enterrado bajo 2.000 post-it con mensajes de amor? 

¿Y si, además, tuviera mucha prisa por ir a la universidad a aprobar un examen? 

Las respuestas de la propietaria del Renault Clío que el pasado miércoles apareció cubierto de papeles de colores fueron: «sorprendida» y «me quedé sin hacer el examen». 

Esta joven de 24 años, a la que llamaremos Inés, ya que prefiere mantener su anonimato, se topó con esta escena a las 15.30 horas del martes en la calle Javier del Quinto, en Hortaleza.

 La verdad, pocos fueron los vecinos del barrio que no vieron el artificio.

 «Es muy bonito y tierno»; «Es de chalados», opinaban unos y otros.

«Había gente haciendo fotos a mi coche. No me lo creía… no me gustan las sorpresas». 

«Era incapaz —continúa— de quitar yo sola todos los papeles con la prisa que tenía, así que subí de nuevo a mi casa para pedirle a mi madre que me ayudara», recuerda con tono tímido y media sonrisa. Madre e hija quitaron la mitad de los post-it. Inés tenía que correr para examinarse. Aún con la otra mitad por retirar, la joven arrancó el motor y mensajes como «dime que eres real», «hazme caso», «después de probarte no quiero otros sabores» y cientos más volaron por los aires bajo la atenta mirada de los transeúntes. Inés cambió su dirección. 

Sabía muy bien quién era el autor de tan meticulosa obra y se dirigió hacia su casa.

Nueve horas antes, a las 6.30 de la madrugada, Juan —también nombre ficticio— había conseguido mantener despiertos a su hermano y un amigo para colocar los 2.000 papeles que durante cuatro fines de semana había estado escribiendo para su amada.

 ¿Por qué?

 «Porque estoy loco por ella y quiero que me tome en serio cuando digo que me encanta», revela este chico de 22 años con un sonrisa que se adueña de su cara.Los tres jóvenes estuvieron colocando las notas cuidadosamente sobre el vehículo durante una hora. «Hacía mucho frío. Tuve que bajarme un trapito para quitar la escarcha y que pegaran los papeles», se ríe. 

Tanto esfuerzo parece que mereció la pena… 

ABC localizó ayer a los protagonistas de esta aventura y consiguió reunirlos para que contaran su historia.Flechazo hace tres meses«Nos conocimos hace tres meses en un bar a través de amigos nuestros. Me encantó nada más verla, pero no me hacía mucho caso», relata él mientras contempla a la joven embobado.

 «Cuando nos fuimos conociendo yo le gasté la broma de dejarle los parabrisas del coche levantados. Después me los dejaba él a mí», añade ella, quien se muestra más distante. «De los “limpias” pasé a dejarle notitas en el cristal todas las semanas», cuenta él. Y de un post-it por semana pasó a 2.000. 

«Está loco», dice ella mientras le mira negando la cabeza.

 «Por ti», le responde embelesado.

Juan asegura que cuando se enamora se enamora de verdad y es capaz de hacer cualquier cosa por amor. De hecho, no es la primera vez que se le ocurre una excentricidad para demostrar su pasión. 

«Solo he tenido una relación anteriormente. Un día la llevé en hombros desde la estación de Metro de Colombia hasta Rivas Vaciamadrid», vuelve a reír.«Al principio me daba miedo darle mi teléfono. Dejándome todas las semanas un mensajito en el coche me decía:

 “Qué no hará con mi número”», comenta ella. 

Quien la sigue la consigue, dicen.

 Los padres y algunos amigos de estos dos jóvenes opinan que el chico está loco. Otros lo tachan de romántico. 

Para gustos los colores. Lo cierto  es que ayer dejamos a estos amantes fundiéndose en besos y abrazos.

Extraído de aquí…