1. Bienaventurado el político que tiene un elevado conocimiento y una profunda conciencia de su papel.
2. Bienaventurado el político cuya persona refleja la credibilidad.
3. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
4. Bienaventurado el político que se mantiene fielmente coherente.
5. Bienaventurado el político que realiza la unidad y, haciendo a Jesús punto de apoyo de aquélla, la defiende.
6. Bienaventurado el político que está comprometido en la realización de un cambio radical.
7. Bienaventurado el político que sabe escuchar.
8. Bienaventurado el político que no tiene miedo.