El Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de los cristianos,

es un Dios de amor y de comprensión,

es un Dios que llena el alma y el corazón de aquellos que Él posee,

es un Dios que les hace sentir interiormente su miseria y su misericordia infinita,

que se une al fondo de sus almas,

que las llena de humildad, de alegría, de confianza, de amor,

que las hace incapaces de otro fin que no sea él mismo.

(Pascal. Pensamientos)