San Pablo nombró Obispos a Timoteo y Tito. Timoteo nació en Listra y fue de los primeros convertidos al Evangelio. Siguió el itinerario apostólico de Pablo y se convirtió en el jefe de la Iglesia de Éfeso donde murió mártir en el año 97. Por otro lado, de origen pagano, Tito se convierte y organizó la primera comunidad cristiana en Creta donde recibió la carta de Pablo que informa sobre la vida interna de la Iglesia Apostólica.