«Queridos amigos mayores, su edad no es una limitación, sino una bendición. A medida que envejecemos, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida, valorar nuestras experiencias y compartir nuestra sabiduría con otros. Aún pueden ser útiles y valiosos en muchas maneras diferentes. Pueden ser mentores para jóvenes, voluntarios en organizaciones sin fines de lucro, o simplemente ser un apoyo emocional para amigos y familiares. Recuerden que su valor no depende de su capacidad para trabajar, sino de la calidad de su carácter, la riqueza de su experiencia y la profundidad de su amor. Continúen siendo una fuente de inspiración para aquellos a su alrededor y disfruten de su merecido descanso y satisfacción en su vejez.»