Los días de oposiciones, lo mismo que los concursos, o ser convocados para un trabajo tienen el sabor de la tierra justo antes de la tormenta. Todos sabemos que va a ser algo violento, que va a haber lucha; a nadie le gusta pasar por ello; pero debemos pasar por ahí; necesitamos un trabajo y, con fe en nuestra capacidad y en el apoyo divino nos lanzamos al asalto definitivo… No estás solo o sola… no importa lo que ocurra.