«Hay un antiguo dicho : Tal como es su domingo, así es el día de su muerte”.

Si Dios y el domingo han desaparecido totalmente de la vida, faltan las reservas para realizar esta última . Aunque la gracia de Dios es , no hay que dejar extinguirse estas calladas reservas en el alma, para que cuando se las necesite, no las encuentre totalmente vacías, y esto debería constituir toda una advertencia”.

(Card. Ratzinger, “Dios y el mundo”)