«Torno a decir que es menester no poner vuestro fundamento sólo en rezar y contemplar, porque si no procuráis virtudes y hay ejercicio de ellas, siempre os quedaréis enanas, y aun plega a Dios que sea sólo no crecer, porque ya sabéis que quien no crece, decrece.»

(Sta. Teresa de Jesús, «Moradas», VIII)