Con el ánimo de recuperar el patrimonio histórico de la compañía, el metro madrileño ha hecho un importante esfuerzo por restaurar una muestra de sus trenes clásicos, puestos en servicio entre los años 1919 y 1965.

Junto a estos trenes, principales protagonistas de la exposición, se pueden contemplar cerca de 100 elementos propios del suburbano y evocadoras imágenes de un tiempo pasado que hoy se rescata y que hace posible el recorrido hasta el metro moderno de nuestros días.