«Cuando la muerte ha igualado las fortunas, las pompas fúnebres no deberían diferenciarlas». (Barón de Montesquieu)

Esta frase significa que cuando las personas mueren, sus diferencias en riqueza y posición social desaparecen. Por lo tanto, cuando se realizan los servicios fúnebres, no debería haber diferencia en el tratamiento que se les da a los ricos y a los pobres. Todos deben recibir el mismo respeto y honor en la muerte, independientemente de su estatus económico o social. En resumen, la frase sugiere que en la muerte, todos somos iguales y merecemos igualdad en la despedida final.