Esta sala actuaba como antecámara en la disposición original de estas estancias, en el siglo XVI.

El bombardeo de 1936 afectó gravemente a las pinturas, sin que podamos excepto por la única fotografía que nos ha llegado cómo eran en su totalidad.

El panel central está ocupado por Cronos, el dios del Tiempo, en un carro tirado por ciervos. A su alrededor se disponen los signos del zodíaco, cuerpos celestes cuyo movimiento servía para medir el tiempo. En un plano superior, sobre la ventana, aparece la Eternidad, sosteniendo una cabeza masculina (el Sol) y otra femenina (la Luna). Y a cada lado de la sala los escudos ducales, entre la Eternidad y el Tiempo, que domina sobre todas las cosas.