La ambición debe tener un límite

Trabajar mucho y bien es importante: así se merece uno la comida; también se valora uno más. Un mal trabajador causa estupor. Pero el móvil, la razón, por la que uno trabaja no es menos importante… Hay quien trabaja pero, por su ambición, no disfruta de los efectos de su trabajo.

EL HOMBRE SATISFECHO

Se trataba de dos buenos amigos. Uno de ellos trabajaba lo necesario y estaba contento y satisfecho, el otro trabajaba sin descanso y era muy ambicioso y siempre estaba desasosegado.

Un día, el que era tan activo y ambicioso, al comprobar que su amigo trabajaba poco, le dijo:

-Deberías afanarte mucho más. Así podrías ganar más dinero e invertir ese dinero para que te proporcionase una renta sustancial que te permitiese cubrirte las espaldas y así, al cabo de unos años, podrías vivir con mucha tranquilidad, contento y satisfecho.

Y el amigo repuso:

-pero si todo eso ya lo tengo…..

Enviado por Anager Rodriguez