De padres cristianos, San Benito nació en San Fratello (Sicilia) en 1526. Con 21 años entró en una comunidad de ermitaños fundada por Jerónimo Lanza. A su muerte, Benito fue elegido superior por sus compañeros. Vivió 24 años en el Convento de Santa María de Palermo donde ejerció de cocinero y, más tarde, dirigió la institución e instruyó a novicios. Un amplio número de devotos iba a consultarlo y para todos tenía una palabra sabia que animaba al bien. Realizó numerosas curaciones y en 1589 enfermó gravemente y por revelación conoció el día y la hora de su muerte. Expiró con 63 años y su culto se difundió ampliamente.