La madre de Chesterton le envió a Oxford un poco de dinero cuando cumplió 21 años, con una nota que decía: «Tengo el corazón lleno de agradecimiento a Dios por el día en que has llegado a la mayoría de edad. Te deseo una vida larga, útil y feliz. Que Dios te la conceda. Nada que yo diga o haga podría expresarte mi amor y el gozo de tener un hijo como tú».