Cuando un grupo de turistas visitó un criadero de cocodrilos, el dueño del lugar lanzó una atrevida propuesta;
-Quien se atreva a saltar, nadar hasta la orilla y sobrevivir, le daré 1 millón de dólares.
Nadie se atrevió a moverse, de repente un hombre saltó al agua y nadó desesperadamente hacia la orilla mientras era perseguido por todos los cocodrilos.
Con mucha suerte llegó, llevándose la admiración de todos en el lugar, luego anunció el dueño;
-Tenemos un valiente ganador.
Luego de cobrar su recompensa, la pareja regresó al hotel, al llegar, le dijo el gerente; fue muy valiente para saltar, entonces dijo el hombre;
-¡Yo no salté, alguien me empujó!
Su esposa sonrió …
Moraleja: «Detrás de todo hombre exitoso, hay una mujer que lo empuja»