El auge de la civilización humana ha desencadenado la evolución y expansión de especies comensales adaptadas a entornos urbanos. Algunas de estas especies se han convertido en plagas invasoras, con graves implicaciones para el bienestar humano y la prosperidad económica.
Muchas de estas especies de plagas se han extendido globalmente, facilitadas por innovaciones tecnológicas humanas, que incluyen avances en transporte y vivienda, destacando la fontanería y calefacción. Una comprensión más profunda de los factores que facilitan la expansión de especies de plagas puede ayudar a prevenir la propagación adicional y mitigar pérdidas económicas futuras.
Sin embargo, rastrear la expansión de plagas basándose en registros históricos a menudo se ve obstaculizada por la falta de registros precisos, especialmente antes de la década de 1950. Los avances en genómica poblacional ayudan a rastrear orígenes y reconstruir rutas de expansión cuando los registros históricos son limitados y geográficamente sesgados.
La cucaracha alemana, Blattella germanica L., es la plaga de cucarachas más prevalente en el mundo, y se encuentra en edificios humanos en todo el mundo, pero no al aire libre; impone costos sociales, médicos y económicos significativos debido a la resistencia a insecticidas que le permite competir con ~40 especies de cucarachas plagas conocidas en edificios).
El origen y expansión de la cucaracha alemana están rodeados de misterio. Descrita por Linneo en 1776, unos diez años después de la Guerra de los Siete Años, los registros históricos han sugerido una expansión global de cucarachas alemanas desde Europa entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, la cucaracha alemana no tiene parientes cercanos en Europa; estos se encuentran en África y Asia.
La especie ancestral se sugiere que es la cucaracha asiática, Blattella asahinai Mizukubo, nativa de la bahía de Bengala en Asia (este de la India, Myanmar y islas cercanas), y invasora en paisajes agrícolas en el sur de los Estados Unidos. La paradoja de un comienzo europeo pero afinidad filogenética asiática es probablemente debida a la falta casi completa de conocimientos entomológicos sistemáticos en todo el mundo antes del siglo XX. Para ayudar a llenar la brecha de conocimientos y resolver esta paradoja, utilizamos marcadores genómicos amplios de 281 muestras de 17 países de todo el mundo, a partir de los cuales describimos la estructura genética y reconstruimos las rutas de expansión de la cucaracha alemana.
Fuente de la información https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2401185121
