Norberto nació en el seno de una familia noble en el año 1080 en Xanten (Alemania). Siguió la carrera eclesiástica por simple oportunidad. Sin embargo, durante un paseo a caballo le sorprendió un violento huracán y lo derribó. Este hecho cambió radicalmente su vida y comenzó su conversión. En 1115 fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Colonia y comenzó su actividad misionera itinerante. Estando en Magdeburgo asistiendo a los funerales del obispo de esa ciudad, el clamor popular lo eligió como sucesor. Pero Norberto no olvidó la regla monástica de la pobreza y vivió integralmente el ideal de vida activa y contemplativa.