VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
¡QUÉ
BELLO puede ser el día cuando hay en él un acto de bondad!
BELLO puede ser el día cuando hay en él un acto de bondad!
VOCACIONES.- EL MONASTERIO PUEDE ACABAR
El monasterio
atravesaba tiempos difíciles: por culpa de una moda nueva, que afirmaba que
Dios no era más que una superstición, los jóvenes ya no querían ser novicios.
Unos fueron a estudiar sociología, otros se dedicaron a leer tratados de
materialismo histórico, pero -poco a poco- la pequeña comunidad que quedó se
fue dando cuenta de que iba a ser necesario cerrar el convento.
– Qué lástima
-respondió el novicio. -Porque sólo quedan cinco jóvenes, y no podemos con
todas las tareas, mucho menos si se trata de algo importante.
Durante el
entierro, los jóvenes se miraban entre ellos, espantados.
Compenetrados por
la presencia de un santo entre ellos, los novicios resolvieron posponer un
poco el cierre del convento, y comenzaron a trabajar duro, a predicar con
entusiasmo, a restaurar los muros caídos, a practicar la caridad y el amor.
Cierto día, un
muchacho apareció en la puerta del convento: estaba impresionado con el
trabajo de los cinco jóvenes y quería ayudarlos.
– Los ojos de ellos
brillan -decía un hijo a su padre, pidiendo que lo dejara ir al monasterio.
– Ellos hacen las
cosas con amor – le comentaba un padre a su hijo. -¿Ves cómo el monasterio está
más bello que nunca?
Diez años después, ya había más de ochenta
novicios.
materialismo histórico, pero -poco a poco- la pequeña comunidad que quedó se
fue dando cuenta de que iba a ser necesario cerrar el convento.
Los antiguos monjes
fueron muriendo.
Cuando el último de ellos estaba a punto de entregar su alma
al Señor, llamó a su lecho de muerte a uno de los pocos novicios que quedaban:
al Señor, llamó a su lecho de muerte a uno de los pocos novicios que quedaban:
–
Tuve una revelación – dijo -. Este monasterio fue elegido para algo muy
importante.
– Qué lástima
-respondió el novicio. -Porque sólo quedan cinco jóvenes, y no podemos con
todas las tareas, mucho menos si se trata de algo importante.
– De veras es una
pena. Porque aquí, en mi lecho de muerte, se apareció un ángel, y yo entendí
que uno de ustedes cinco estaba destinado a volverse un santo.
Diciendo
esto, expiró.
Durante el
entierro, los jóvenes se miraban entre ellos, espantados.
¿Quién era el
elegido: aquel que más ayudaba a los habitantes de la aldea? ¿O el que
acostumbraba rezar con especial devoción? ¿O el que predicaba con tal entusiasmo
que los otros quedaban al borde de las lágrimas?
elegido: aquel que más ayudaba a los habitantes de la aldea? ¿O el que
acostumbraba rezar con especial devoción? ¿O el que predicaba con tal entusiasmo
que los otros quedaban al borde de las lágrimas?
Compenetrados por
la presencia de un santo entre ellos, los novicios resolvieron posponer un
poco el cierre del convento, y comenzaron a trabajar duro, a predicar con
entusiasmo, a restaurar los muros caídos, a practicar la caridad y el amor.
Cierto día, un
muchacho apareció en la puerta del convento: estaba impresionado con el
trabajo de los cinco jóvenes y quería ayudarlos.
No pasó una semana, y otro
muchacho hizo lo mismo. A los pocos días, el ejemplo de los novicios recorrió
la región.
muchacho hizo lo mismo. A los pocos días, el ejemplo de los novicios recorrió
la región.
– Los ojos de ellos
brillan -decía un hijo a su padre, pidiendo que lo dejara ir al monasterio.
– Ellos hacen las
cosas con amor – le comentaba un padre a su hijo. -¿Ves cómo el monasterio está
más bello que nunca?
Diez años después, ya había más de ochenta
novicios.
Nunca se supo si el comentario del viejo monje fue verdadero o si
había encontrado una fórmula para hacer que el entusiasmo le devolviese al
monasterio su dignidad perdida.
había encontrado una fórmula para hacer que el entusiasmo le devolviese al
monasterio su dignidad perdida.