Las calles estrechas y serpenteantes que atraviesan el centro de Madrid tienen mucha historia: han sido escenario de trifulcas, de momentos históricos, han inspirado a artistas en sus obras… Madrid está llena de rincones ocultos y de calles con mucha historia. ¿Alguna vez has oído la historia de la calle de la pasa?

‘El que no pasa por la calle de la Pasa no se casa’, reza un dicho popular, refiriéndose a esta calle estrecha, situada muy cerca de la calle Mayor, entre la Plaza del Conde Barajas y la Plaza de Puerta Cerrada. En el número 3 de esta misma calle se encontraba en el siglo XVIII el Palacio Arzobispal, construido para la residencia de los arzobispos de Toledo en su paso por Madrid. A este edificio acudían todas las parejas que querían comenzar los trámites para casarse por la iglesia. Recordemos que antes no existía el matrimonio por lo civil, por lo que eran muchas las parejas que acudían allí y atravesaban el arco de la Calle de la Pasa. Por esta razón, se decía que todo el que pasase por dicha calle se casaría.

El arzobispado se trasladó posteriormente a la calle Bailén y los madrileños, lejos de acabar con el dicho popular, lo reformularon: ‘el que no pase por la Calle Bailén, no se casará bien’.