Según el Catecismo de la Iglesia Católica en el punto 2322:

Desde su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto directo, es decir, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame (cf GS 27), gravemente contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana.

El aborto directo es contrario a la ley moral y un delito contra la vida. Otra cosa distinta es juzgar la conciencia de la madre, eso no se debe hacer, eso lo hará Dios.