1. Mantén una buena hidratación: Asegúrate de que la persona mayor beba suficiente agua a lo largo del día, incluso si no siente sed. Evita las bebidas alcohólicas y con cafeína, ya que pueden contribuir a la deshidratación.
  2. Permanece en lugares frescos: Busca lugares frescos y bien ventilados, como hogares con aire acondicionado o ventiladores. Evita la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día.
  3. Viste ropa ligera: Viste a la persona mayor con ropa ligera, transpirable y de colores claros. Si es necesario salir al aire libre, utiliza sombreros de ala ancha y gafas de sol para protegerse del sol.
  4. Evita la actividad física intensa: Durante los días de calor intenso, es preferible evitar actividades físicas exigentes, especialmente al aire libre. En su lugar, opta por actividades más suaves y realízalas en las horas más frescas del día.
  5. Utiliza métodos de enfriamiento: Aplica compresas frías en el cuello, la frente y las muñecas de la persona mayor para ayudar a mantener su temperatura corporal. También puedes utilizar ventiladores o atomizadores de agua para refrescar el ambiente.
  6. Mantén contacto regular: Asegúrate de mantener un contacto regular con la persona mayor, ya sea personalmente o a través de llamadas telefónicas. Esto permite detectar cualquier signo de incomodidad o deshidratación y actuar rápidamente.
  7. Consulta a un médico: Si la persona mayor tiene condiciones médicas preexistentes o toma medicamentos, es recomendable consultar a un médico sobre cómo afrontar el calor de manera segura y si hay alguna precaución adicional que deba tomarse.