El ascenso y el auge

A lo largo de las décadas, Lehman Brothers se convirtió en un actor clave en los mercados financieros, participando en una variedad de operaciones desde la banca de inversión hasta el comercio de bonos y la gestión de activos. En los años previos a la crisis, la firma experimentó un rápido crecimiento, especialmente en el sector de hipotecas subprime. Este segmento del mercado consistía en préstamos a prestatarios con historial crediticio deficiente, lo que ofrecía altos rendimientos pero también implicaba un alto riesgo.

El auge de las hipotecas subprime y el riesgo sistémico

En la década de 2000, Lehman Brothers y otras instituciones financieras se sumergieron en la adquisición y empaquetamiento de hipotecas subprime en complejos instrumentos financieros, como los valores respaldados por hipotecas (MBS) y los colaterales de deuda (CDO). Estos productos financieros estaban respaldados por préstamos hipotecarios de alto riesgo, y aunque ofrecían altos rendimientos, también estaban expuestos a un alto nivel de riesgo. La firma, al igual que muchas otras, asumió grandes riesgos en busca de mayores ganancias.

La crisis de las hipotecas y el colapso

En 2007, el mercado inmobiliario estadounidense comenzó a desacelerarse, y los precios de las viviendas empezaron a caer. El aumento en los incumplimientos de préstamos subprime llevó a una disminución en el valor de los MBS y CDO. Lehman Brothers, que tenía una exposición significativa a estos activos, comenzó a enfrentar enormes pérdidas. A pesar de sus esfuerzos por buscar soluciones y recapitalización, incluyendo la venta de activos y la búsqueda de inversores potenciales, la situación de la firma se volvió insostenible.

La quiebra de Lehman Brothers

El 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers se declaró en quiebra, con más de 600 mil millones de dólares en activos y más de 600 mil millones en pasivos. Esta quiebra, la mayor en la historia de Estados Unidos, envió ondas de choque a través de los mercados financieros globales, provocando una crisis de confianza y una serie de caídas en otras instituciones financieras. La falta de un rescate gubernamental para Lehman Brothers contrastó con la intervención en otras firmas y provocó una mayor volatilidad en los mercados.

Las consecuencias globales

La quiebra de Lehman Brothers desempeñó un papel crucial en el agravamiento de la crisis financiera global de 2008. El colapso llevó a una contracción del crédito, una recesión económica profunda y una revisión de las prácticas y regulaciones del sector financiero. Los gobiernos y las autoridades regulatorias comenzaron a implementar reformas para evitar una repetición de la crisis, incluyendo regulaciones más estrictas sobre el capital y la gestión de riesgos de las instituciones financieras.