Obediencia

   A un sacerdote que se encontraba
atendiendo diversas labores al mismo tiempo, le encomendaron que acudiera
también a atender otra actividad de promoción rural que se realizando en
un pueblo lejano.

     Durante el
viaje hacia ese lugar, se fué preguntando y haciendose razonamientos de lo
inútil del encargo que le habían encomendado, ya que eran pocas las personas
que estaban esos días allí.
       Al
llegar al pueblo, una familia le vió y le pidió que atendiera a un anciano.
Después de la larga conversación, esa persona hizo una confesión general y pudo
también administrarle la comunión.
       Al
día siguiente esa persona murió de un infarto.