Según parece, el estratega y político ateniense de la familia Alcmeónidas Alcibíades (¿?, 450 a. de C.-Frigia, 404 a. de C.) era nieto de Pericles (según otros sobrino e incluso primo) y discípulo y amigo de Sócrates.

Según cuentan algunas crónicas de la época era una persona muy coqueta y narcisista. Su narcisismo llegaba al extremo… Tocar sólo la lira, y no querer tocar ningún instrumento de viento porque, en su opinión, éstos deformaban el rostro, y sobre todo la boca de los músicos.

Según parece el estratega y político Alcibíades es protagonista de una curiosa anécdota. Al parecer Alcibíades compró en cierta ocasión un magnífico perro por la elevada suma de 7.000 dracmas. Después de pasearlo por toda la ciudad para que todos los ciudadanos pudieran admirarlo ordenó que le cortaran su hermosa cola; consiguiendo así que todos continuaran hablando de su perro. De esta manera, consiguió también que todos dejaran de hablar de su mal gobierno.

Así, con la frase de «el perro de Alcibíades» se hace referencia a los actos de los personajes famosos o públicos, sobre todo políticos que, hacen algo para desviar la atención sobre temas más importantes.