La costumbre de retrasar los exámenes es una excusa de la pereza

No sólo es eso: uno que realmente dé valor a lo que hace se dispone a examinarse aunque acabe de tener un hijo…

Retrasar los exámenes es una injusticia para con el profesor, que no es eternamente flexible: tiene su trabajo programado y debe corregir miles de trabajos y de exámenes; también para el resto de los alumnos, pues si el profe no tiene tiempo para corregir, hará lo que pueda, no siempre con equidad y profundidad. Por otra parte es una injusticia con los alumnos que han estudiado y que se encuentran con el castigo del retraso.

Por eso la norma es no retrasar los exámenes.

Una anécdota ejemplifica este aspecto…

Una joven se examina de oposiciones en la cama de un hospital tras dar a luz

Madrid.- Carmen Chía Salido se ha convertido en la primera persona en realizar un examen para unas oposiciones en la cama de un hospital de Madrid, tras dar a luz a su segundo hijo y serle imposible acudir al examen que se ha celebrado hoy. Mira la foto

Sixto García Alonso, miembro del tribunal, ha dicho que es la primera vez que se realiza la prueba en estas circunstancias, que en este caso ha sido para una plaza de técnico de informática que convocaba la Universidad Politécnica de Madrid. García ha explicado que, tras recibir la comunicación de Carmen de que le era imposible acudir al examen al haber dado a luz el pasado jueves, el tribunal decidió desplazar al hospital de La Paz, donde se encuentra, una representación del tribunal. El examen se ha realizado simultáneamente al que estaba teniendo lugar en la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Politécnica, y en las mismas condiciones que el resto.

«Le preguntamos que si tenía algún problema o se sentía mal, interrumpiríamos el examen y luego le daríamos un tiempo de prórroga, pero nos dijo que se encontraba bien», ha indicado Sixto García, que ha dicho que podría haber gente en situaciones similares, «pero no nos lo han notificado porque muchos no saben que circunstancias como ésta están previstas en la resolución rectoral».

La joven ha relatado que se había inscrito para estas oposiciones el pasado mes de junio, «esperaba que no me coincidiera con el parto, pero el 18 salí de cuentas y el examen era hoy sábado 17», por lo que escribió al tribunal examinador para encontrar una solución.

El segundo hijo de Carmen -tiene una niña- se llama Pablo y pesó al nacer 3,800 kilos. «Todo ha ido muy bien aunque ha sido muy doloroso, pero la gente aquí se ha comportado muy bien», ha manifestado.
Fuente: EFE

17-03-2007