“No repitas nunca chisme o calumnia, y no sufrirás menoscabo alguno.

Al amigo o enemigo no vengas con cuentos, y si te enteras de un delito, no lo descubras; porque quien te oyera se pondrá en guardia de ti, y, llegada la ocasión, te odiará.

¿Oíste algo contra tu prójimo? ¡Muera contigo! Ten la seguridad de que no te hará reventar.”

(Eclesiástico, 19, 7-10)