En una clase infantil, la profesora les explicó a los niños, la existencia del Ángel de la Guarda, que siempre lo llevaban detrás, para ayudarles u preservarles de los peligros, que acudieran a él, para pedirle cosas, que le rezaran, etc…

Al día siguiente, se presento una madre de la clase para hablar con la profesora y contarle la siguiente anécdota:

«Ayer, mientras comiamos, el niño se sentó al borde de la silla y le reñí para que se sentara bien, apoyándose en el respaldo de la misma, a la tercera vez que le reñí, me contesto:

«No ves que si me siento bien, se me cae el Ángel».

Lee el comentario que se extrae de la anécdota…

Importancia del Ángel de la Guarda, no solo en los niños, sino también en los mayores.
Importancia de la vida de Infancia Espiritual