Julien se despierta en el hospital. Se acuerda de todo: de su nombre, de su dirección, de su perro... Pero al parecer no recuerda nada del accidente que tuvo hace más de 4 años y le dejó en coma. Atónito, descubre que no tiene 10 años ¡sino 15! Su cuerpo es gigante, su voz ronca, sus padres se han divorciado y no sabe cómo comportarse. Durante el curso, Julien irá adaptándose a su nueva vida. Su amiga Isabelle le ayudará al integrarle en su grupo de teatro. Allí, encontrará una pasión, una manera de saber quién es él mismo y también de acercarse a Isabelle, a la que admira y de quien se ha enamorado.