40 años, divorciada, dos hijos...Emma vuelve a estar en el mercado de las solteras. Entre encuentros organizados por las amigas y páginas web de citas nada románticas, surge una pregunta: ¿Puedes acostarte con un hombre casado si eres una cuarentona atractiva, alegre, nada segura de sí misma y...en perpetua búsqueda del hombre ideal?