A C.S. Lewis se le ha llamado el "apóstol de los escépticos", responsable de acercar a más personas al cristianismo que el mejor de los predicadores del siglo XX. Un gran número de conversos al catolicismo, algunos muy famosos, conceden a este escritor británico un papel importante en su proceso de conversión. Pero el hecho irónico y sorprendente es que el propio Lewis nunca llegó a entrar formalmente en la Iglesia católica... aunque abrazara muchas enseñanzas indiscutiblemente católicas, como el purgatorio y el sacramento de la confesión.