Este breve estudio, originalmente un discurso pronunciado por su autor en la Universidad de Zaragoza, se convirtió rápidamente en obra de referencia entre los arabistas españoles e internacionales. En él aborda la transmisión del conocimiento en Al-Andalus, la producción y conservación de libros, la creación de bibliotecas, y, en menor medida, el intercambio con otros países orientales y europeos. Los datos aportados en la obra están extraídos directamente de fuentes árabes andalusíes de diversa índole y ponen de manifiesto el afán bibliófilo no sólo de las élites cultas sino también de las más modestas, y el papel central de los manuscritos y las bibliotecas en la cultura hispano-musulmana.