La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos
Esta frase que en el siglo XXI resulta una obviedad, no lo era en el XVIII, ni siquiera en el contexto progresista y reformador de la Revolución Francesa. Olympe de Gouges ha pasado a la historia por escribir la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), pero su caleidoscópica figura va mucho más allá. Reivindicó el amor libre y las parejas de hecho; combatió la pena de muerte; predicó los horrores de la esclavitud; defendió a madres solteras, prostitutas, parados y vagabundos; denunció la corrupción de los políticos; se declaró monárquica cuando la moda era ser republicano
Se mostró más revolucionaria que la Revolución. Ser bastarda, plebeya, provinciana y semianalfabeta no le impidió convertirse en escritora, hacer oír su voz en París y codearse con las principales figuras de su tiempo. Usó la pluma para llevar el lema igualdad, libertad y fraternidad hasta sus últimas consecuencias, incluido el enfrentamiento con el mismísimo Robespierre. Pionera en la defensa de los derechos humanos, activista comprometida y feminista avant la lettre, más de dos siglos después de su trágico final las ideas y valores que Olympe defendió en el período más convulso de Francia continúan vigentes. Laura Manzanera López (Barcelona, 1966) es licenciada en Ciencias de la Información y trabaja desde 1989 como periodista. Especializada en la divulgación de temas históricos, ha colaborado, entre otras, con la publicación Arenal. Revista de historia de las mujeres. En la actualidad es jefa de redacción de la revista de historia Clío. Ha publicado los libros Al pie de la sepultura, Mujeres espías. Intrigas y sabotaje tras las líneas enemigas y Grandes fugas. Artistas de la evasión.