El país tenebroso ofrece, por primera vez en España, una cuidada retrospectiva de la obra plástica del escritor y artista polaco y judío Bruno Schulz (Drohobycz, 1892-1942), uno de los grandes protagonistas de la vanguardia de entreguerras. La singular poética de estas obras se alimenta de forma recurrente de los recuerdos de infancia y la visión oscura y asfixiante de su Drohobycz natal: obsesiones traducidas en una escenografía de tiendas sombrías, maniquíes, mujeres anónimas, caminantes con chistera o rabinos, que encontró plasmación no sólo en su trabajo literario sino también en dibujos y grabados de rara intensidad y coherencia. La suya es una provincia universal y metafísica, con raíces simbolistas, contemplada con ojos de niño, y que puede ser comparada con las construidas por otros raros centroeuropeos, como Alfred Kubin o el propio Franz Kafka, ambos muy admirados por el polaco. Se recoge, así, una amplia selección de su obra plástica, como la que integra su famoso El libro idólatra o ilustra sus narraciones, con especial atención a Las tiendas de color canela y Sanatorio bajo la clepsidra, además de abundante y detallado material documental que permite entender el trabajo de Schulz tanto en el contexto del panorama internacional europeo de principios del XX como en el más estrecho de su Polonia natal, en el que dialogó frontalmente con artistas y escritores de la talla de Witcacy, Witold Gombrowicz o Wojciech Weiss. Los ensayos de Monika Poliwka, Irena Kossowska, Lucasz Kossowski, Serge Fauchereau y Sergio Sanz completan este acercamiento desde una perspectiva histórica y contextualizadora que no desdeña el cuerpo a cuerpo con la materialidad de la obra. El resultado es una mirada poco menos que exhaustiva en un mundo creador cuya potencia perturbadora y enigmática no merma con los años.