La singularidad poética de León Felipe le ha hecho aparecer, muy a menudo, como una figura solitaria en el panorama de la literatura española del siglo XX. No faltan motivos para ello, pues parece que su vida y su obra se hubiesen saltado todas las conven
José Ángel Ascunce, especialista en el exilio literario español del siglo xx, recorre la obra del poeta castellano en su devenir vital, existencial y creativo, descubriendo su originalidad, así como la pervivencia de su mensaje.
La primera primera edición de esta obra se publicó en 1950 (Almendros y Cía. Editores, S. A., México), pero no con el título de Versos y blasfemias de caminante, sino -imposición del edito- bajo el rublo Llamadme publicano. No se volvió a reeditar sino parcialmente; algunos de sus versos ya habían aparecidod en Ganarás la luz, y otros (21 poemas de los 65 de que consta) se publicaron en las muy incompletas Obras completas de Losada (Buenos Aires, 1963), utilizarón el título de Llamadme publicano..
Su humanidad y sus palabras son tan españolas y a la vez tan universales como el viento. León Felipe es, quizá, nuestro poeta más olvidado, seguramente porque no perteneció a ninguna generación o grupo. Su voz, personalísima, ha influido a Dámaso Alonso,